
La plaza del congreso se trasforma en parada obligatoria para todo aquél que desee recordar que estuvo en la Argentina.

El recorrido posee sus denominadores infalibles: Fotografías con el majestuoso Congreso de fondo y recorrida por los atractivos arquitectónicos de la plaza.
Rodo cuenta que el sitio es visitado por numerosos extranjeros en cualquier época del año, y que su principal objetivo es el atractivo de los monumentos. Aunque su negocio son la garrapiñada y los maníes, tiene también bolsas de maíz, y su comprador número uno son los turistas, en especial los chinos y japoneses quienes gozan de darle de comer a las palomas. Con frecuencia, debe actuar como guía, ya que es consultado sobre el nombre de los monumentos, y aprovecha para contarles a los visitantes un poco de historia argentina.


El predio, de siete hectáreas, fue creado para los festejos del centenario de la Revolución de Mayo, y es un hermoso punto de partida para todo turista interesado en conocer la historia Argentina.
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